Universidad Pedagógica Nacional

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Instalaciones de la Universidad Pedagógica Nacional, unidad Ajusco

miércoles, 11 de mayo de 2016

CL-05. Comunicación no verbal.

Comunicación no verbal
El lenguaje del cuerpo

Podemos denominar comunicación al proceso por el cual, unos seres, unas personas asignan significados a unos hechos producidos y, entre ellos muy especialmente al comportamiento de los otros seres o personas. La primera condición para que haya comunicación es la presencia de un emisor y un receptor.
El estudio de los signos siempre ha estado relacionado con el concepto de comunicación. Como es natural, la expresión corporal que abarca los movimientos del cuerpo y la postura, está relacionada con las características físicas de la persona. Hay tres clases de movimientos observables: los faciales, los gesticulares y los de postura.
En la comunicación verbal, siendo el lenguaje el factor más importante, reconocemos que producimos y recibimos una cantidad muy grande de mensajes que no vienen expresados en palabras. Estos mensajes son los que denominamos no verbales, y van desde el color de los ojos, largo del cabello, movimientos del cuerpo, postura, y hasta el tono de la voz, pasando por objetos, vestidos, distribución del espacio y el tiempo.

  • Características generales de la comunicación no verbal:
  • La comunicación no verbal, generalmente, mantiene una relación de interdependencia con la interacción verbal.
  • Con frecuencia los mensajes no verbales tienen más significación que los mensajes verbales.
  • En cualquier situación comunicativa, la comunicación no verbal es inevitable
  • En los mensajes no verbales, predomina la función expresiva o emotiva sobre la referencial.
  • En culturas diferentes, hay sistemas no verbales diferentes.
  • Existe una especialización de ciertos comportamientos para la comunicación
  • El estudio en que se encuentra este tipo de búsqueda es el descriptivo. El conocimiento de las formas no verbales de comunicación sirve para convertir el encuentro con otra persona en una experiencia interesante.

La interpretación de la postura.
Para la mayoría de nosotros, la postura es un tema poco agradable sobre el que nuestra madre solía regañarnos. Pero para un psicoanalista la postura de un paciente muchas veces constituye una clave de primer orden sobre la naturaleza de sus problemas. La postura es la clave no verbal más fácil de descubrir, y observarla puede resultar muy entretenido.
Estudiar la postura de las personas durante una discusión es sumamente interesante, ya que muchas veces podremos detectar quién está́ a favor de quién, antes de que cada uno hable.
La postura no es solamente una clave acerca del carácter, es también una expresión de la actitud.
La postura es, como ya hemos dicho, el elemento más fácil de observar y de interpretar de todo el comportamiento no verbal. En cierto modo, es preocupante saber que algunos movimientos corporales que teníamos por arbitrarios son tan circunscritos, predecibles y, a veces, reveladores; pero por otra parte, es muy agradable saber que todo nuestro cuerpo responde continuamente al desenvolvimiento de cualquier encuentro humano.

La comunicación de los sentidos (el tacto).
El tacto es el sentido que está presente en todos los demás. La luz y los aromas nos envuelven. Nos sentimos muchas veces mecidos por la música. Imaginemos lo que le sucedería a un niño a quien le impidieran su relación por medio del tacto.
El tacto es probablemente el más primitivo de los sentidos. Él bebé recién nacido explora mediante el tacto; es así́ como descubre dónde termina su propio cuerpo y empieza el mundo exterior. A medida que el niño crece, aprende que hay objetos y partes de su propio cuerpo y del de las otras personas, que se pueden tocar y otras que no. Cuando el individuo descubre las relaciones sexuales, en realidad está re descubriendo la comunicación táctil. El tacto, el gusto y el olfato son sentidos de proximidad. El oído y la vista, en cambio, pueden brindar experiencia a distancia.

Movimientos corporales.
La proporción entre gesto y postura es una forma de evaluar el grado de participación de un individuo en una situación dada. Un hombre que sacude enérgicamente los brazos no parecerá́ convincente si sus movimientos no se extienden al resto del cuerpo. Lo que importa es la proporción existente entre los movimientos postulares y los gestuales, más que el mero número de movimientos postulares. Un hombre puede estar sentado muy quieto, escuchando, pero si al moverse lo hace con todo su cuerpo, parecerá́ estar prestando mucha atención; mucha más que si estuviera continuamente en movimiento, jugueteando tal vez constantemente con alguna parte de su cuerpo. Las actitudes corporales reflejan las actitudes y orientaciones persistentes en el individuo. Una persona puede estar inmóvil o sentada hacia adelante de manera activa, o hundida en sí misma, y así́ sucesivamente. Estas posiciones o posturas, y sus variaciones o la falta de ellas, representan la forma en que uno se relaciona y orienta hacia los demás.

El conjunto de gestos.
Los gestos se presentan «en frases» y siempre dicen la verdad sobre los sentimientos y actitudes de quien los hace. La persona perceptiva es la que lee bien las frases no verbales y las compara con las expresadas oralmente.
La observación de los grupos de gestos y la congruencia entre los canales verbales y no verbales de comunicación son las claves para interpretar correctamente el lenguaje del cuerpo. Además de considerar a los gestos agrupados y de tener en cuenta la congruencia entre lo que se dice y el movimiento corporal, todos los gestos deben considerarse dentro del contexto en que se producen.

a) Gestos al inicio de una conversación.
El encuentro es un momento fundamental de la conversación y, a partir de él, se desencadenan una serie de estrategias a través de sutiles negociaciones no verbales que tienen lugar desde los primeros momentos. Los primeros 15 a 45 segundos son fundamentales, ya que representan la afirmación de una relación preexistente o una negociación. Aquellas pautas de comportamiento comunicativo, aquellas reglas de interacción que ponemos en funcionamiento para expresar o negociar la intimidad, son las que hacemos servir para hacerle saber a una persona si nos gusta o no. Y eso raramente lo hacemos de manera verbal.

b)Ritmos corporales.
Cada vez que una persona habla, los movimientos de sus manos y dedos, los cabeceos, los parpadeos, todos los movimientos del cuerpo coinciden con el compás de su discurso.

Los territorios y las zonas.
El Espacio personal.
1.    Distancias zonales.
Puede dividirse en cuatro distancias zonales bien claras:

  • Zona íntima (de 15 a 45 cm) Es la más importante y es la que una persona cuida como su propiedad. Solo se permite la entrada a los que están muy cerca de la persona en forma emocional, como el amante, padres, hijos, amigos iń timos y parientes.
  •  Zona personal (entre 46 cm y 1,22 metros): es la distancia que separa a las personas en una reunión social, o de oficina, y en las fiestas.
  • Zona social (entre 1,22 y 3,6 metros): esa es la distancia que nos separa de los extraños, del plomero, del que hace reparaciones en la casa, de los proveedores, de la gente que no conocemos bien.
  • Zona publica (a más de 3,6 metros): es la distancia cómoda para dirigirnos a un grupo de personas.
Si bien toleramos intrusos en la zona personal y social, la intromisión de un extraño en la zona intima ocasiona cambios fisiológicos en nuestros cuerpos.

2.    Los rituales del uso del espacio.
Cuando una persona busca espacio entre extraños lo hace siempre buscando el espacio más grande disponible entre dos espacios ocupados y reclama la zona del centro. En el cine elegirá́ un asiento que este a mitad de camino entre el extremo de la fila y el de la persona que este sentada. El propósito de este ritual es no molestar a las otras personas acercándose o alejándose demasiado de ellas.

3.    Zonas espaciales urbanas y rurales.
Los que crecieron en zonas rurales poco pobladas necesitan más espacio que los que crecieron en lugares densamente poblados. La observación de cuanto extiende el brazo alguien para estrechar la mano da la clave para saber si se crió en una ciudad o en el campo. El habitante de una ciudad tiene su burbuja privada de 46 cm, y hasta esa distancia extiende el brazo para saludar.

Gestos con las manos.

  •  La palma de la mano: El gesto de exhibir las palmas de las manos se ha asociado siempre con la verdad, la honestidad, la lealtad y la deferencia. La gente usa dos posiciones fundamentales de las palmas: una es la de las palmas hacia arriba en la posición del mendigo que pide dinero o comida, y la otra es la de las palmas hacia abajo como si se tratara de contener, de mantener algo.
  • El apretón de manos: La forma moderna de ese ancestral gesto de saludo es estrecharse las palmas y sacudirlas. En Occidente se practica ese saludo al encontrarse y al despedirse.
·    Apretones de manos sumisos y dominantes: Tres actitudes pueden transmitirse en el apretón: a) La actitud de dominio: «Este individuo está tratando de someterme. Voy a estar alerta.»; b) La de sumisión: «Puedo hacer lo que quiera con esta persona; c) Y la actitud de igualdad: «Me gusta, nos llevaremos bien.». El dominio se transmite cuando la palma (la de la manga oscura en la figura) queda hacia abajo.

  • Manos con los dedos entrelazados: Es un gesto de frustración o actitud hostil y la persona que lo hace está disimulando una actitud negativa.
  • Manos en ojiva: La ojiva hacia arriba se usa cuando la persona esta opinando, cuando es la que habla. La ojiva hacia abajo se usa más cuando se está́ escuchando.
  • Tomarse las manos, los brazos y las muñecas: Tomarse de la muñeca o del brazo, ya que estos últimos muestran frustración y el intento de auto controlarse.
  • Los gestos con el pulgar: Las personas que usan ropas nuevas y atractivas hacen más gestos con los pulgares que las que usan ropas pasadas de moda. Los que muestran los pulgares suelen añadir a este gesto el balanceo sobre los pies para dar la impresión de tener mayor estatura.
  • Las manos en la cara: Las posiciones de las manos en la cara son la base de los gestos humanos para engañar.
·         El guardián de la boca
·         Tocarse la nariz
·         Frotarse el ojo
·         Rascarse el cuello
·         Los dedos en la boca
·         El aburrimiento
·         Los gestos de frotarse o palmarse la cabeza

Los brazos defienden.
Los gestos con los brazos cruzados.
Al cruzar uno o los dos brazos sobre el pecho se forma una barrera que, en esencia, es el intento de dejar fuera de nosotros la amenaza pendiente o las circunstancias indeseables. Cuando una persona tiene una actitud defensiva, negativa o nerviosa, cruza los brazos y muestra que se siente amenazada.

  • Gesto estándar de brazos cruzados.
  • Cruce de brazos reforzado.
  • El gesto de tomarse los brazos.
  • Cruce parcial de brazos.
  • Cruce de brazos disimulado.

Expresión facial.
Los signos faciales juegan un papel clave en la comunicación. Estas expresiones son, también, los indicios más precisos del estado emocional de una persona. Probablemente, el punto más importante de la comunicación facial lo encontraremos en los ojos, el focus más expresivo de la cara.

  • Las señales con los ojos 
  • La mirada de negocio
  • La mirada social
  • La mirada íntima 
  • Las miradas de reojo

Gestos con las piernas.

  • Cruce de piernas: Las piernas cruzadas, como los brazos cruzados, indican la posible existencia de una actitud negativa o defensiva. El cruce de brazos señala una actitud más negativa que cruzar las piernas, y resulta más evidente:

  1. El Cruce de piernas estándar
  2. El Cruce de piernas norteamericano en 4

  • Cruce de tobillos
  • Cruce de pies

Otros gestos.
Las posiciones fundamentales de la cabeza.
Hay tres posiciones básicas de la cabeza:

  • La cabeza hacia arriba es la que adopta la persona que tiene actitud neutral respecto a lo que está escuchando.
  • Cuando la cabeza se inclina hacia un costado significa una demostración de interés.
  • Cuando la cabeza esta inclinada hacia abajo señala que la actitud es negativa y hasta opuesta.

Gestos de coquetería.
El éxito de algunas personas en encuentros sexuales con el sexo opuesto, está en relación directa con la capacidad para enviar las señales del cortejo y para reconocerlas cuando deben recibirse.

  • Gestos masculinos de coquetería:
Como los machos de todas las especies, el hombre se comporta con coquetería cuando se acerca una mujer.

  • Señales y gestos femeninos de coquetería:
§  Sacudir la cabeza
§  Exhibir las muñecas
§  Las piernas abiertas
§  La ondulación de las caderas
§  Las miradas de reojo

Cigarrillos y anteojos.

  •  Los gestos al fumar.
Los gestos que se hacen al fumar pueden tener mucha importancia cuando se juzga la actitud de una persona.


  • Los gestos con los anteojos:
Todos los objetos auxiliares que el hombre utiliza proporcionan oportunidades para hacer muchos gestos reveladores, y esté es el caso de los que usan anteojos.

Los indicadores.

  • Los ángulos y triángulos. Estas dos personas indican con su postura poseer el mismo status social y no estar conversando sobre nada personal, están invitando (con el triángulo que forman) a alguien de posición social similar a que participe de la charla.
§  Posición cerrada: Cuando el día logo requiere cierta intimidad, el ángulo formado por los torsos de ambas personas es menor de 90 grados.

  • Las técnicas de inclusión y exclusión. Si la tercera persona no es aceptada las otras dos mantendrán la posición cerrada y lo único que harán será́ girar la cabeza hacia la otra persona como reconociendo su presencia y nada más.
  • Los indicadores en las personas sentadas. Cruzar las piernas y dirigir las rodillas hacia una persona es signo de aceptación e interés. Si la otra persona está interesada también cruzara las piernas con las rodillas hacia la primera.

La posibilidad de fingir.
Una pregunta que se escucha con frecuencia es: “¿Es posible fingir en el lenguaje del cuerpo?” La respuesta general es “no”, porque la falta de congruencia se manifestaría entre los gestos principales, las microseñales del cuerpo y el lenguaje hablado. Por ejemplo: las palmas a la vista se asocian a la honestidad, pero cuando el farsante abre las palmas hacia afuera y sonríe mientras dice una mentira, los microgestos lo delatan.

Lectura...
Comunicación no verbal, Allan Pease

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