Universidad Pedagógica Nacional

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Instalaciones de la Universidad Pedagógica Nacional, unidad Ajusco

viernes, 8 de abril de 2016

CL-04. Énfasis en los efectos.

Una Pedagogía de la comunicación.
Modelo de educación Exógeno, con énfasis en los efectos.

Conviene analizar este segundo modelo con especial cuidado, porque es el que más ha influido en la concepción de la Comunicación.
Otro motivo para examinarlos con atención es que, aparentemente, presenta características que compartimos: 
  • Cuestiona el modelo tradicional; surgió como una reacción contra él, como una respuesta más actual, más «moderna»;
  • Da mucha importancia a la motivación;
  • Rechaza el modelo libresco, los programas amplios;
  • Plantea una comunicación con retroalimentación por parte del destinatario;
  • Postula como objetivo el «cambio de actitudes»;
  • Es un método activo: propone acciones;
  • Se preocupa mucho de evaluar el resultado de las mismas.  
Sin embargo, a pesar de esas aparentes coincidencias que pueden hacérnoslo atractivo, su diferencia con la educación liberadora es radical; y es, como hemos de ver, tan autoritario e impositivo como el modelo tradicional o quizá más.

Bases psicológicas. 
Pero no es una psicología que procure el pleno desarrollo autónomo de la personalidad del individuo, sino que investiga los mecanismos para poder "persuadirlo" y "conducirlo" más eficazmente; para moldear la conducta de las personas de acuerdo con los objetivos previamente establecidos. Tal es el objetivo de la psicología Conductista (o conducta), que se basa en el mecanismo de estímulos y recompensas y que originó este modelo educativo, el conductismo asigna al HÁBITO un papel central en la educación. Por hábito entiende esta escuela «la relación entre el estímulo y la respuesta la persona da a este estímulo, respuesta por la cual recibe recompensa».
El hábito así definido es, pues, una conducta automática, mecánica, no-reflexiva, no-consciente y, por tanto, posible de ser condicionada, moldeada, suscitada externamente por el educador en poder del estímulo y la recompensa adecuadas.

Cambios de actitudes. 
Este modelo de educación habla de «CAMBIO DE ACTITUDES», entendido como la sustitución de hábitos tradicionales por otros favorables a las nuevas prácticas; pero siempre hábitos, vale decir, conductas automáticas, moldeadas, condicionadas. El manejo del conflicto; la resistencia al cambio. Es asimismo significativa la estrategia que adopta este modelo de educación en relación al conflicto. Los educadores y comunicadores formados en este modelo, al plantearse las técnicas para imponer la modernización y el «cambio de actitudes», prevén lo que ellos llaman «resistencia al cambio»: creencias, mitos, juicios, tradiciones, valores culturales ancestrales que conforman y condicionan el comportamiento social de las personas y que pueden entrar en conflicto con los nuevos hábitos propuestos, generando resistencia y rechazo.


El manejo del conflicto; la resistencia al cambio.
Los educadores y comunicadores formados en este modelo, al plantearse las técnicas para imponer la modernización y el «cambio de actitudes», prevén lo que ellos llaman «resistencia al cambio»: creencias, mitos, juicios, tradiciones, valores culturales ancestrales que conforman y condicionan el comportamiento social de las personas y que pueden entrar en conflicto con los nuevos hábitos propuestos, generando resistencia y rechazo.
Para sustituir algo es mejor resaltar las ventajas de lo nuevo que se propone e insistir en la recompensa. Cuando el mensaje no está de acuerdo con los valores del medio social del que forma parte el destinatario, se debe omitir toda referencia a ese desacuerdo. Es decir, inculcar las nuevas actitudes sin análisis o reflexión, sin conciencia alguna de la acción.
Hay que lograr un resultado: no que la persona piense, discuta la cuestión y tome una decisión libre y autónoma (porque eso lleva tiempo y hay serio peligro de que al final termine rechazando la propuesta), sino persuadirla, condicionarla, ofrecerle el cebo de una recompensa, para que adopte de una vez el cambio que se desea imponer. 


¿Dónde está presente este modelo?
  • En las técnicas difusionistas de la comunicación de modernización agrícola.
  • En el entretenimiento físico-profesional: adiestramiento de operarios, enseñanza de oficios.
  • En la mayoría de los métodos diseñados para la llamada “educación a distancia”.
  • Otra de las aplicaciones de la tecnología educativa consiste en los exámenes escritos de “opciones múltiples”.
El modelo en nuestra vida cotidiana
Aun cuando no se conoce este modelo de educación, se conoce por analogía, por fenómenos sociales que aplican esos mismos mecanismos, tales como:

  • Los medios masivos de comunicación (televisión, prensa, radio, cine comercial, revistas), los que se valen con frecuencia para manipular la opinión del público y moldear y uniformar sus conductas.
  • Las técnicas publicitarias (propaganda comercial) que actúan por presión, por repetición y por motivaciones subliminales y donde lo que interesa es que el público compre el producto anunciado (efecto) aunque lo haga por mero impulso, sin pensar, sin conciencia de los motivos de su acto y seducido por un mecanismo ilusorio de estímulo/recompensa que nada tiene que ver con el contenido y el uso del producto.
  • La propaganda política (particularmente la electoral), la que por lo general sólo se propone crear una presión para que la masa vote al candidato (efecto) sólo por su presencia y su destreza oratoria, sin reflexión ni análisis ni conocimiento de su programa de gobierno.

El modelo en su aplicación.
El trabajo de enseñar se deja para materiales escritos o audiovisuales, máquinas de enseñar, ordenadores, etc.
Los contenidos y los objetivos ya están definidos y programados de antemano. El educando sólo «participa» ejecutándolos.
Al ser establecidos los objetivos de manera específica y rígida por el programador, el educando se acostumbra a ser guiado por otros.
Tiende a desarrollar la competitividad.
Tampoco favorece la inter-relación, la integración de los conocimientos adquiridos, la capacidad de analizar la realidad en forma global, de sacar consecuencias.
No se promueve la participación, la auto-gestión, la toma autónoma de decisiones.

Cómo concibe este modelo la comunicación
El esquema de comunicación persuasiva introduce una diferencia importante con respecto al sustentado por la educación tradicional: «Tenemos comunicación siempre que, mediante la transmisión de señales, una fuente emisora influye en su receptor» (Osgood, 1961).

Sigue habiendo un emisor (E) protagonista, dueño de la comunicación, que envía un mensaje (m) a un receptor (R), el cual, por consiguiente, continúa reducido a un papel dependiente; pero ahora aparece una respuesta o reacción del receptor, denominada retroalimentación (r), la cual es recogida por el emisor.
«Cuando aprendemos a expresar nuestro mensaje en términos de respuestas específicas por parte de aquellos que lo reciben, damos el primer paso hacia la comunicación eficiente y eficaz» (David Berlo).
Para este modelo, comunicar es imponer conductas, lograr acatamiento. En tal contexto, la retroalimentación es tan sólo la comprobación o confirmación del efecto previsto (es decir, la «reacción del sujeto» ante la «propuesta» o «intento de comunicación»).
En conclusión, en la definición clásica de comunicación, el objeto principal de ésta es el propósito del comunicador de afectar en una cierta dirección el comportamiento del receptor. La retroalimentación es un instrumento para asegurar el logro de las metas del comunicador
La retroalimentación no es sino EL MECANISMO PARA COMPROBAR LA OBTENCIÓN DE LA RESPUESTA BUSCADA Y QUERIDA POR EL COMUNICADOR. Tiene una función de regulación destinada a mantener una situación en un estado estable; es una forma de "robotización" social»

¿Es eficaz el modelo conductista?
Hay que preguntarse si el modelo resulta productivo para nuestra acción educativa. Del hecho de que la manipulación demuestre ser eficaz en ciertos casos cuando la utilizan la clase dominante y el sistema establecido no se infiere que también lo sea en la educación. Imponer, moldear conductas, tratar de suscitar hábitos automáticos no generan -ya lo hemos visto- creatividad ni participación ni conciencia crítica. Y sin ellas no hay trabajo social perdurable y eficaz.


Lectura de...

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