Una Pedagogía de la comunicación.
Modelo
de educación Exógeno, con énfasis en los efectos.
Conviene
analizar este segundo modelo con especial cuidado, porque es el que más ha
influido en la concepción de la Comunicación.
Otro motivo para
examinarlos con atención es que, aparentemente, presenta características que
compartimos:
- Cuestiona el modelo tradicional; surgió como
una reacción contra él, como una respuesta más actual, más «moderna»;
- Da mucha importancia a la motivación;
- Rechaza el modelo libresco, los programas
amplios;
- Plantea una comunicación con retroalimentación
por parte del destinatario;
- Postula como objetivo el «cambio de actitudes»;
- Es un método activo: propone acciones;
- Se preocupa mucho de evaluar el resultado de
las mismas.
Sin
embargo, a pesar de esas aparentes coincidencias que pueden hacérnoslo
atractivo, su diferencia con la educación liberadora es radical; y es, como
hemos de ver, tan autoritario e impositivo como el modelo tradicional o quizá
más.
Bases
psicológicas.
Pero no es una
psicología que procure el pleno desarrollo autónomo de la personalidad del
individuo, sino que investiga los mecanismos para poder "persuadirlo"
y "conducirlo" más eficazmente; para moldear la conducta de las personas
de acuerdo con los objetivos previamente establecidos. Tal es el objetivo de la
psicología Conductista (o conducta), que se basa en el mecanismo de estímulos y
recompensas y que originó este modelo educativo, el conductismo asigna al
HÁBITO un papel central en la educación. Por hábito entiende esta escuela «la
relación entre el estímulo y la respuesta la persona da a este estímulo,
respuesta por la cual recibe recompensa».
El
hábito así definido es, pues, una conducta automática, mecánica, no-reflexiva,
no-consciente y, por tanto, posible de ser condicionada, moldeada, suscitada
externamente por el educador en poder del estímulo y la recompensa adecuadas.
Cambios de actitudes.
Este
modelo de educación habla de «CAMBIO DE ACTITUDES», entendido como la
sustitución de hábitos tradicionales por otros favorables a las nuevas
prácticas; pero siempre hábitos, vale decir, conductas automáticas, moldeadas,
condicionadas. El manejo del conflicto; la resistencia al cambio. Es
asimismo significativa la estrategia que adopta este modelo de educación en
relación al conflicto. Los educadores y comunicadores formados en este modelo,
al plantearse las técnicas para imponer la modernización y el «cambio de
actitudes», prevén lo que ellos llaman «resistencia al cambio»: creencias,
mitos, juicios, tradiciones, valores culturales ancestrales que conforman y
condicionan el comportamiento social de las personas y que pueden entrar en
conflicto con los nuevos hábitos propuestos, generando resistencia y rechazo.
El manejo del conflicto; la resistencia al
cambio.
Los educadores y comunicadores formados en este
modelo, al plantearse las técnicas para imponer la modernización y el «cambio
de actitudes», prevén lo que ellos llaman «resistencia al cambio»: creencias, mitos,
juicios, tradiciones, valores culturales ancestrales que conforman y
condicionan el comportamiento social de las personas y que pueden entrar en
conflicto con los nuevos hábitos propuestos, generando resistencia y rechazo.
Para sustituir algo es mejor resaltar las
ventajas de lo nuevo que se propone e insistir en la recompensa. Cuando
el mensaje no está de acuerdo con los valores del medio social del que forma
parte el destinatario, se debe omitir toda referencia a ese
desacuerdo. Es decir, inculcar las
nuevas actitudes sin análisis o reflexión, sin conciencia alguna de la acción.
Hay
que lograr un resultado: no que la persona piense, discuta la cuestión y tome
una decisión libre y autónoma (porque eso lleva tiempo y hay serio peligro de
que al final termine rechazando la propuesta), sino persuadirla, condicionarla,
ofrecerle el cebo de una recompensa, para que adopte de una vez el cambio que
se desea imponer.
¿Dónde está presente este modelo?
- En las técnicas difusionistas de la
comunicación de modernización agrícola.
- En el entretenimiento físico-profesional: adiestramiento
de operarios, enseñanza de oficios.
- En la mayoría de los métodos diseñados para la llamada
“educación a distancia”.
- Otra de las aplicaciones de la tecnología
educativa consiste en los exámenes escritos de “opciones múltiples”.
El modelo en nuestra vida cotidiana
Aun
cuando no se conoce este modelo de educación, se conoce por analogía, por
fenómenos sociales que aplican esos mismos mecanismos, tales como:
- Los
medios masivos de comunicación (televisión, prensa, radio, cine comercial,
revistas), los que se valen con frecuencia para manipular la opinión del
público y moldear y uniformar sus conductas.
- Las
técnicas publicitarias (propaganda comercial) que actúan por presión, por
repetición y por motivaciones subliminales y donde lo que interesa es que el
público compre el producto anunciado (efecto) aunque lo haga por mero impulso,
sin pensar, sin conciencia de los motivos de su acto y seducido por un
mecanismo ilusorio de estímulo/recompensa que nada tiene que ver con el
contenido y el uso del producto.
- La
propaganda política (particularmente la electoral), la que por lo general sólo
se propone crear una presión para que la masa vote al candidato (efecto) sólo
por su presencia y su destreza oratoria, sin reflexión ni análisis ni
conocimiento de su programa de gobierno.
El
modelo en su aplicación.
El trabajo de enseñar se deja
para materiales escritos o audiovisuales, máquinas de enseñar, ordenadores, etc.
Los contenidos y los objetivos
ya están definidos y programados de antemano. El educando sólo «participa»
ejecutándolos.
Al ser establecidos los
objetivos de manera específica y rígida por el programador, el educando se
acostumbra a ser guiado por otros.
Tiende a desarrollar la
competitividad.
Tampoco favorece la
inter-relación, la integración de los conocimientos adquiridos, la capacidad de
analizar la realidad en forma global, de sacar consecuencias.
No se promueve la
participación, la auto-gestión, la toma autónoma de decisiones.
Cómo
concibe este modelo la comunicación
El esquema de comunicación
persuasiva introduce una diferencia importante con respecto al sustentado por
la educación tradicional: «Tenemos comunicación siempre que, mediante la
transmisión de señales, una fuente emisora influye en su receptor» (Osgood,
1961).
Sigue habiendo un emisor (E)
protagonista, dueño de la comunicación, que envía un mensaje (m) a un receptor
(R), el cual, por consiguiente, continúa reducido a un papel dependiente; pero
ahora aparece una respuesta o reacción del receptor, denominada retroalimentación
(r), la cual es recogida por el emisor.
«Cuando aprendemos a expresar
nuestro mensaje en términos de respuestas específicas por parte de aquellos que
lo reciben, damos el primer paso hacia la comunicación eficiente y eficaz»
(David Berlo).
Para este modelo, comunicar es
imponer conductas, lograr acatamiento. En tal contexto, la retroalimentación es
tan sólo la comprobación o confirmación del efecto previsto (es decir, la
«reacción del sujeto» ante la «propuesta» o «intento de comunicación»).
En conclusión, en la
definición clásica de comunicación, el objeto principal de ésta es el propósito
del comunicador de afectar en una cierta dirección el comportamiento del
receptor. La retroalimentación es un instrumento para asegurar el logro de las
metas del comunicador
La retroalimentación no es
sino EL MECANISMO PARA COMPROBAR LA OBTENCIÓN DE LA RESPUESTA BUSCADA Y QUERIDA
POR EL COMUNICADOR. Tiene una función de regulación destinada a mantener una
situación en un estado estable; es una forma de "robotización"
social»
¿Es
eficaz el modelo conductista?
Hay que preguntarse si el
modelo resulta productivo para nuestra acción educativa. Del hecho de que la
manipulación demuestre ser eficaz en ciertos casos cuando la utilizan la clase
dominante y el sistema establecido no se infiere que también lo sea en la
educación. Imponer, moldear conductas, tratar de suscitar hábitos automáticos
no generan -ya lo hemos visto- creatividad ni participación ni conciencia
crítica. Y sin ellas no hay trabajo social perdurable y eficaz.
Lectura de...